Aunque se establece estatutariamente que esta celebración debe realizarse en el mes de noviembre, la Junta Directiva estimó oportuno trasladarla al día en que se celebra la Junta General, en el mes de Febrero, desde 2003.
Son muchos los fallecidos de la Hermandad desde su restauración y, aparte de la Misa en sufragio por todos, una representación de la Hermandad acude a los funerales de quienes se han ido al Cielo y encarga una Misa en su memoria.
Curiosamente, el primer acto de la Hermandad recién reinstaurada fue precisamente esta Misa, que se celebró en la Basílica de Begoña el 21 de Noviembre de 1995, con la presencia de Juan Leza como hermano más antiguo, persona entrañable que murió poco tiempo después. Al finalizar la ceremonia se bailó el Aurresku de Honor.
De la misma manera, el primer acto que organizó la Hermandad con motivo del décimo aniversario de su reorganización ha sido precisamente la Misa de Difuntos, que al igual que en aquella ocasión, se celebró el 21 de Noviembre, festividad de Nuestra Señora de la Piedad, en la Basílica de Begoña.