Banda

BANDA DE CORNETAS Y TAMBORES

MEMORIA

Cuando la Hermandad reanuda su marcha, se producen algunos cambios especialmente importantes. Así, en la primera etapa desde 1947 hasta 1975, la Hermandad de Begoña no tuvo banda de música.  De hecho, aunque no estaba recogido expresamente en sus Estatutos, la Hermandad era una Cofradía de Silencio, no llegando a prosperar ninguna de las iniciativas de sus últimos años por falta de apoyo entre la gran mayoría de los cofrades.

 

Sin embargo, en esta segunda época, algunos cofrades proponen integrarse en una Banda de Tambores, que se constituye en enero de 1997 y se presenta oficialmente al finalizar la Eucaristía de Imposición de Ceniza, desfilando en la Semana Santa Bilbaína de aquel mismo año. Su primer director fue Benjamín Hernández Lasso, responsable de la misma en los años 1997 y 1998.

 

En el verano de 1998, un pequeño grupo de hermanos y hermanas, dirigidos por Joseba Ortega, entonces miembro de la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía de la Pasión, comienzan a ensayar con cornetas de llave. Así, en 1999, la Hermandad cuenta con una Banda de Cornetas y Tambores cuya responsable es Inmaculada Carbajo.

Durante 1999 y 2000, la Banda de Cornetas y Tambores de la Hermandad interpreta marchas procesionales características de las primeras agrupaciones musicales de la Semana Santa Bilbaína. Eran marchas sencillas, a dos voces, que cubrían perfectamente las necesidades de la Hermandad. En ese tiempo, la Banda de Cornetas y Tambores comienza a participar en certámenes y conciertos, para los que se confecciona un uniforme sencillo. También se inicia la colaboración de la Hermandad de Begoña con la Cabalgata de Reyes de Santutxu, lo que supuso una implicación en las actividades del barrio, colaboración que sigue vigente y para la que se adquirió una vestimenta apropiada.

 

Durante este período es responsable de la Banda José Antonio Martínez, encargándose de la dirección musical Elena Castro.

 

El año 2001 se incorporan algunos músicos procedentes de la Banda de Cornetas y Tambores de la Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, y con ellos la Banda de Cornetas incorpora a su repertorio marchas procesionales mucho más complejas.

El año 2002, en que pasa a ser Director de la Banda Alberto Zubizarreta, es quizá el más brillante de esta banda en el aspecto musical, tanto por el número de músicos como por el repertorio y la calidad de interpretación. Sin embargo, tras esta Semana Santa comienza una época de inestabilidad en la banda.

 

En 2003 los Píccolos serán sustituidos por las Trompetas y Fiscornos, los cuales proporcionan un sonido de bajos más lleno y potente.

 

En 2005, la Banda de la Hermandad de Begoña interviene en varios conciertos conjuntamente con la Banda de Cornetas y Tambores de la Cofradía Penitencial del Apóstol Santiago. Para ello, las Juntas Directivas de ambas Cofradías firman a un acuerdo a través del cual se conforma la UNION MUSICAL de las Bandas de Cornetas y Tambores de las Cofradías Penitenciales del Apóstol Santiago y de la Hermandad de Begoña.

Su primera intervención conjunta tiene lugar en la Cabalgata de Reyes de Baracaldo. A ella le siguen varias actuaciones en la Cuaresma de 2006. Unas son de ámbito social, interpretando dos conciertos para los más mayores, muchos de los cuales no pueden asistir a las procesiones, en la Santa y Real Casa de Misericordia y en las Hermanitas de los pobres; también son la banda invitada al Pregón de Semana Santa y participan en el Certamen que se celebra en Santutxu, organizado por la propia Hermandad de Begoña, y el que se celebra en Santander, junto con otras bandas de enorme prestigio. Otras rebasan el ámbito bilbaíno, como la procesión que tiene lugar en la localidad costera de Bermeo en la mañana del Viernes Santo.

 

Este año 2006, la Hermandad de Begoña, a pesar de ser una banda no muy numerosa, se ha destacado entre las bilbaínas por la gran calidad en la interpretación de sus marchas procesionales.

UNIFORMES

Al ser todos sus miembros penitentes, hermanos oficiales o aspirantes, pueden vestir y visten para los desfiles procesionales la túnica penitencial. Sin embargo, desde 2003, la banda dispone de un uniforme de gala para los conciertos, que sustituyó al que se adquirió provisionalmente en 1999. Es de color negro, con botonadura central y ornamentos en plata.

 

También en 2002, se confeccionó un banderín provisional, sustituido en 2004, realizado este último sobre base de tisú plata con bordados en hilo de plata y terminados de seda negro, elaborado junto con las gualdrapas o pañoletas para las cornetas con los mismos materiales por Ramón Fernández y Soledad Ruiz (Cádiz).

 

Para la Cabalgata de Reyes, la Banda luce un uniforme sencillo y apropiado, compuesto de chilaba y tapada la cabeza y el rostro con un pañuelo palestino.

 

Con motivo de la UNIÓN MUSICAL se han adquirido unos polos camiseros a juego del pantalón de forma que todos los integrantes puedan vestir con dignidad en sus actuaciones no penitenciales.

SEMANA SANTA DE 2007 LA BANDA DE LA HERMANDAD DE BEGOÑA CUMPLE 10 AÑOS

En este año, en su décimo aniversario, la Banda salio con clarines y tambores y estaba integrada por 14 miembros. Efectivamente, las sucesivas bajas que se fueron dando en los últimos años en esta Agrupación por diferentes motivos hicieron que se tomara la decisión de salir a las calles de Bilbao con siete clarines.

 

Fue la primera vez que la banda llevó este tipo de instrumento, con lo que se equiparó a las Bandas de la Cofradía de Ntra. Sra. de la Merced y de la Cofradía de la Madre de Dios de las Escuelas Pías, en cuanto al instrumental se refiere.

 

El planteamiento para ese año fue provisional, ya que la Cofradía espera que los jóvenes músicos que se han incorporado esta edición puedan hacerse con el dominio de los instrumentos en poco tiempo.

 

También hay que decir que el otro gran motivo para esta decisión, fue, dicho en términos populares, “empezar de cero”. Realmente fueron varios los jóvenes que no podían acudir regularmente a los ensayos, en unos casos por motivos académicos y en otros por vivir lejos del lugar de encuentro, con lo que se decidió que ese año sólo saldrían en las procesiones aquellos miembros de la banda que sí habían participado en todos o en prácticamente todos los ensayos.

 

De esta forma, la banda de Begoña, interpretó un repertorio de marchas procesionales habitual en los años setenta, antes de la llegada de las cornetas de llave.