Son aquellos miembros que prestan ayuda material o económica a la Hermandad. Son cofrades de pleno derecho, aunque no participan en las procesiones como penitentes. Su cuota mínima es de cuarenta euros, aunque ciertamente la mayoría tienen una cuota muy superior y es frecuente que hagan aportaciones económicas extraordinarias.
Aunque no se imponen la túnica penitencial, sí se imponen la medalla de la Hermandad como todos los cofrades en un acto que se celebra entre la última semana de noviembre y la primera de Diciembre en la Basílica de Begoña.