Son aquellos menores de catorce años que pueden participar en las procesiones, al igual que los oficiales, o no, como los honorarios. Por la edad no tienen derecho a voto, ni tampoco a ser elegidos, sin embargo si es necesario que sean consultados. Se cuenta mucho con ellos pues son el principal bagaje de la Hermandad y el semillero de donde pueden surgir cofrades que garanticen el futuro.
Son muy importantes los padres, a los que se les presta especial atención. Se imponen la medalla y la túnica penitencial.
Dentro de las celebraciones de la Hermandad se potencia especialmente para ellos la fiesta de las familias.